Resumen de las Normas Energéticas Mínimas
El 26 de abril de 2024, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. (HUD) actualizó sus normas energéticas adoptando el Código Internacional de Conservación de la Energía 2021 (IECC).
Este código es ahora obligatorio para las promociones de viviendas financiadas por el HUD y el USDA, lo que afecta a programas como las viviendas unifamiliares y multifamiliares aseguradas por la FHA.
Según el Departamento de Energía, las viviendas construidas según el IECC de 2021 son un 34,3% más eficientes energéticamente que las que se rigen por las normas energéticas de 2009 y ofrecen un 8,66% de ahorro nacional en costes energéticos en comparación con las normas de 2018.
Los programas unifamiliares asegurados por la FHA deberán aplicar las nuevas normas antes de noviembre de 2025, 18 meses después de la fecha de entrada en vigor de la Notificación.
Se calcula que las nuevas normas energéticas afectarán al 25% de todas las viviendas nuevas del país.
Los códigos energéticos han contribuido en gran medida a reducir el consumo de energía en las viviendas residenciales, y esta iniciativa, que entrará en vigor en mayo de 2024, sustituirá a las normas energéticas de 2009, que tienen 15 años de antigüedad, para mejorar la eficiencia energética, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar el confort general y la resistencia de las viviendas.
Los puntos clave incluyen:
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- Aplicación y ámbito de aplicación: Esta política se aplica a las viviendas multifamiliares y unifamiliares financiadas por el HUD y el USDA.
Los plazos específicos de cumplimiento varían, con cierta flexibilidad para las zonas rurales y de alta pobreza. - Cumplimiento y aplicación: Los constructores deben asegurarse de que los proyectos de nueva construcción cumplen estas normas energéticas actualizadas.
El cumplimiento se evaluará mediante procesos de verificación por terceros, y el incumplimiento puede dar lugar a sanciones o a la obligación de realizar los ajustes necesarios para cumplir las normas. - Repercusiones financieras: Se espera que las normas actualizadas supongan un importante ahorro de costes energéticos para los propietarios de viviendas, con un ahorro medio anual estimado de hasta 1.000 $ por hogar, dependiendo del tamaño y la ubicación de la propiedad.
A lo largo de 30 años, las nuevas normas energéticas podrían reducir el consumo de energía en un 13,5% y las emisiones de carbono en 8,7 millones de toneladas métricas. - Beneficios medioambientales y sociales: Más allá del ahorro de costes, las nuevas normas contribuyen a objetivos medioambientales más amplios al reducir la huella de carbono y promover viviendas más sostenibles.
Las normas también pretenden mejorar las condiciones de vida de los residentes con rentas bajas, garantizando que las viviendas sean más eficientes energéticamente, más cómodas y más sanas para vivir en ellas.
- Aplicación y ámbito de aplicación: Esta política se aplica a las viviendas multifamiliares y unifamiliares financiadas por el HUD y el USDA.
Impacto en los constructores de viviendas
Los cambios en los requisitos de los programas hipotecarios respaldados por el gobierno federal tienen varias implicaciones para los constructores de viviendas, sobre todo para los que participan en los mercados de viviendas asequibles y de compradores de primera vivienda.
- Incentivos para la construcción de viviendas asequibles: La administración está utilizando créditos fiscales y subvenciones para apoyar la construcción de viviendas asequibles.
El requisito de crédito fiscal de 2.500 $ por vivienda para viviendas unifamiliares se aumentó a ENERGY STAR 3.2 a partir del 1 de enero de 2025.
El requisito de crédito fiscal de 5.000 $ por vivienda del programa DOE Certified Zero Energy Ready se aumentó a la versión 2 para 2024 y 2025).
Estos incentivos podrían ofrecer a los constructores nuevas oportunidades de participar en proyectos que reciben ayudas federales, principalmente a través del Crédito Fiscal para Viviendas de Vecindad y otras iniciativas diseñadas para cerrar la brecha en el suministro de viviendas. - Mayor demanda de viviendas asequibles: Las iniciativas de la administración, como la reducción de las primas del seguro hipotecario para los préstamos de la FHA, pretenden hacer más asequible la propiedad de la vivienda, especialmente para los compradores primerizos y con bajos ingresos.
Este cambio podría aumentar la demanda de viviendas en los rangos de precios más bajos, que suelen requerir más viviendas de entrada y asequibles.
Los constructores que se centran en estos segmentos podrían ver un repunte de la demanda. - Aprovecha las ADU para obtener ingresos adicionales: Las nuevas políticas permiten a los posibles compradores incluir los ingresos de las unidades de vivienda accesorias (ADU) a la hora de obtener hipotecas aseguradas por la FHA.
Los constructores que incorporen ADU a sus diseños podrían encontrar estas propiedades más atractivas para los compradores, ya que esta política facilita la financiación y hace más asequible la propiedad de la vivienda. - Retos potenciales: Aunque es probable que estas iniciativas impulsen la demanda, los constructores pueden enfrentarse a problemas en la cadena de suministro o a escasez de mano de obra, sobre todo en el sector de la vivienda asequible.
Además, la eficacia de estos programas depende en gran medida de la aprobación por el Congreso de los presupuestos propuestos y de los créditos fiscales, lo que podría crear incertidumbre a la hora de planificar y ejecutar nuevos proyectos.
En general, los constructores que sepan sortear estos cambios y adaptar sus ofertas a los incentivos federales pueden encontrar importantes oportunidades en un mercado inmobiliario en evolución.